Cirugía refractiva: Posibles riesgos y complicaciones

Cualquier cirugía, no importa lo sencilla, puede presentar dificultades y antes de entrar a la sala de cirugía siempre firmarás un acuerdo de haber entendido estos mismos riesgos.  Por eso es muy  importante que estés muy bien informado sobre el procedimiento y  evacuado cualquier duda con tu cirujano. Los exámenes pre-quirúricos para la cirugía refractiva son de suprema importancia ya que estos detectan si eres apto o no para dicho procedimiento.

El riesgo máximo, como en cualquier cirugía ocular, es la pérdida definitiva del ojo operado.  Esto es sumamente infrecuente o más bien excepcional en el caso de la cirugía refractiva, pero no imposible. Algunas complicaciones que pueden ocurrir aún en manos de cirujanos con la mayor experiencia y en los mejores centros del mundo, obligan a nuevos procedimientos para intentar corregirlas.

Frente a ciertas complicaciones, muy poco frecuentes, el paciente puede quedar con una visión peor de la que tenía antes de operarse. Al ser una procedimiento relativamente reciente no se conocen los efectos secundarios de la cirugía refractiva o a largo plazo (a más de 20 años). Sin embargo se ha podido establecer que no existen efectos negativos que aparezcan después de varios meses de la cirugía, diferentes al incremento del problema óptico que se intentó corregir.

La técnica LASIK es un procedimiento quirúrgico, y como en todas las operaciones, existe un cierto riesgo de que aparezcan posibles complicaciones. La información que sigue a continuación hace un repaso de los posibles riesgos para que todo el mundo pueda tomar una decisión informada. Todos los pacientes deberían tener en cuenta que a pesar de los grandes beneficios que la cirugía refractiva Lasik ofrece, también pueden presentarse complicaciones.

 

¿Qué es la cirugía refractiva?

 

La cirugía refractiva es un procedimiento quirúrgico diseñado para corregir los errores refractivos del ojo, como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. Estos errores refractivos causan problemas de enfoque y dificultan la visión clara a diferentes distancias. 

La cirugía refractiva utiliza diferentes técnicas, como LASIK, PRK, cirugía refractiva con lente intraocular y otros métodos, para modificar la forma de la córnea o el enfoque del ojo, permitiendo que la luz se enfoque adecuadamente en la retina y mejorando así la visión sin necesidad de gafas o lentes de contacto. 

 

Factores de riesgo de la cirugía refractiva ocular

 

Existen ciertos elementos que pueden aumentar el riesgo de someterse a una cirugía LASIK en los ojos. No todas las personas son candidatas adecuadas para este procedimiento. Algunas condiciones y características anatómicas pueden limitar los resultados óptimos o provocar un resultado no deseado en la cirugía LASIK. Algunos de estos factores de riesgo incluyen:

  • Córneas con irregularidades o muy delgadas.
  • Pupilas que se dilatan en exceso (midriasis).
  • Errores refractivos significativos.
  • Visión inestable.
  • Síndrome del ojo seco.
  • Edad del paciente.
  • Embarazo.
  • Presencia de ciertos trastornos autoinmunes activos o degenerativos.

 

Cirugía ocular

Posibles complicaciones de la cirugía refractiva

Para informarlo en forma clara y que usted pueda tomar una decisión con el conocimiento necesario, le brindamos un listado parcial de complicaciones posibles:

 

a) El disco corneal:

(flap) es cortado por un instrumento automatizado (microquerátomo) el corte puede presentar una superficie irregular o puede perforarse. Esto puede provocar una disminución de visión por astigmatismo irregular.

 

b) El disco puede ser cortado en forma incompleta por el microquerátomo:

Puede ocurrir en aproximadamente 3 casos de cada 1.000 operados. En estos casos, es necesario suspender la cirugía y fijar nueva fecha, tres o más meses después. Puede quedar una cicatriz en la córnea la que es susceptible de disminuir la visión. Rara vez será necesario llegar a una cirugía de trasplante de córnea. Pero no es imposible.

 

c) Desplazamiento del disco corneal:

Puede ocurrir incluso meses después de la cirugía, frente a algún traumatismo ocular. Es una emergencia que obliga a recolocar el disco corneal sobre su lecho.

 

d) El disco corneal es cortado totalmente (sin bisagra) por el querátomo:

En pocos casos, esto obliga a suspender la cirugía. Habitualmente se recoloca el disco sin alteración visual alguna. Sin embargo, en algunos casos será necesario colocar puntos en la córnea.

 

e) Perforación corneal:

Es una complicación muy seria que puede terminar en la pérdida de la visión del ojo. La produce el querátomo al realizar la disco corneal.
Es una complicación, excepcional, sumamente remota pero puede suceder.

 

f) Pliegues en el disco:

Pueden disminuir la visión. Obligan a medidas que van desde “el planchado” precoz del disco o reposicionamiento, hasta la colocación de puntos de sutura. Habitualmente el reposicionamiento es muy eficiente y no se producen secuelas visuales.

 

g) Crecimiento de células debajo del disco corneal:

Pueden provocar disminución de visión. En ciertos casos es necesaria una cirugía de limpieza.

 

h) Lesiones en la superficie de la córnea (Queratitis superficial):

Pueden provocar en el postoperatorio cierto dolor. Es una situación pasajera. Puede ser necesario usar una lente de contacto hasta que cicatrice, aunque habitualmente basta con el uso de lágrimas artificiales por algunas semanas.

 

i) Desplazamiento hacia delante y adelgazamiento de la córnea (Ectasia corneal):

Es una seria complicación que provoca una paulatina disminución de la visión del ojo operado porque la córnea queda débil, se deforma y se afina. Adopta la forma de un cono. Disminuye la visión al provocar una miopía y astigmatismo progresivo. Puede ser necesario realizar un trasplante de córnea o la utilización de anillos cornéales. En algunos casos es imposible saber antes de la cirugía qué ojo tiene mayor riesgo de sufrir una ectasia.

 

j) Tratamiento descentrado:

Ocurre cuando el paciente no mantiene el ojo fijo durante el tiempo que actúa el láser. El láser, entonces, no trabaja en el centro exacto de la córnea. Provoca disminución de visión por astigmatismo. En muchos casos obliga a un retoque. Sin embargo os actuales equipos utilizados son capaces de medir varias veces por segundo la posición del ojo durante la cirugía.

 

k) Correcciones en más o en menos:

Dependen, entre otros factores, de condiciones particulares de cada paciente en la cicatrización de la córnea. La mayoría de las veces las diferencias con respecto a la corrección deseada son mínimas. No es posible predecir como su ojo va a responder a la cirugía de láser; puede ser posible que siga necesitando posteriormente gafas correctivas, ya que no siempre se pueden volver a adaptar lentes de contacto. También, 5 a 15% de los pacientes vuelven a necesitar una segunda cirugía correctiva sin obtener siempre los mejores resultados.

 

l) Molestias frente a la luz (Halos y Deslumbramiento):

Este síntoma es común dentro de las personas operadas con Lasik. Aproximadamente el 10% de los pacientes experimentan una disminución de la visión nocturna, caracterizada por síntomas como deslumbramiento, halos y destellos alrededor de la luz y los objetos durante la noche o bajo poca luz. Para la mayoría de las personas, estos síntomas desaparecen después de 4 a 6 semanas. (El riesgo de disminución de visión nocturna es mayor en pacientes con pupilas grandes y con miopía alta o astigmatismo alto). El halo corneal no debe confundirse con la “visión borrosa” que algunos pacientes experimentan por la noche o en sitios con poca luz. La visión reducida en condiciones de baja visibilidad se caracteriza por algunos síntomas como los reflejos, halos o destellos de luz que se ven alrededor de los objetos por la noche o en lugares con poca luz. Aunque estos síntomas no tienen que interferir necesariamente en la agudeza visual medida a través del cuadro del ojo, sí que pueden llegar a interferir en las actividades diarias de algunos pacientes, así como en la conducción de noche.

 

m) Peor visión luego de la cirugía refractiva:


A pesar de usar anteojos y /o lentes de contacto respecto a la visión que se tenía antes usando anteojos y/o lentes de contacto. En la mayoría de los casos la disminución es muy baja, aunque hay excepciones. Esa disminución puede ser temporal o definitiva.

 

n) Ojo seco despues de la cirugía refractiva:


Sensación de ojos secos, de arenilla o de irritación. Muy frecuente, generalmente mejora en pocas semanas, aunque la mayoría permanece con algún síntoma. El paciente debe usar lágrimas artificiales. Mientras las incidencias de complicaciones generales de la cirugía LASIK están disminuyendo, por otro lado en los últimos años algunos cirujanos observaron que las incidencias postoperatorias de ojos secos han aumentado. Se cree que la mayoría de cirujanos fallan en advertir a sus pacientes sobre estas complicaciones. Si alguna vez ha tenido ojos secos o le molestan los lentes de contacto, pasa por menopausia o toma pastillas anticonceptivas, anti-inflamatorias, o antihipertensivas entre otras, asegúrese de discutir los riesgos de ojos secos con su médico.

 

ñ) Opacidad de la Córnea:

La opacidad de la córnea resulta de la reacción sanadora superficial de la córnea después del contacto con el láser. No necesariamente afecta la visión, pero si es severo, puede causar disminución de la visión aún teniendo la mejor corrección visual.

 

o) Infección corneal:

 Las infecciones corneales son complicaciones serias que pueden conducir, en casos extremos, a la pérdida de la visión del ojo operado. La gran mayoría es resuelta con tratamiento local con antibióticos, puede ser necesario levantar el disco corneal y en casos aislados, hacer un trasplante de córnea.

 

p) Hemorragia en el centro de la retina:

Puede quedar una disminución permanente de la visión. Muy infrecuente.

 

q) Dificultad y en ciertos casos, imposibilidad de usar lentes de contacto:

Se debe a la modificación de la curvatura corneal, luego de la cirugía.

 

r) Pérdida parcial de la corrección lograda con la cirugía con el transcurso del tiempo:


Se trata de una regresión parcial o total del defecto, muy frecuente en casos de miopía, hipermetropía o astigmatismos tratados. O bien se trata de un aumento espontáneo del vicio de refracción original. El mejoramiento de la visión resultante de la cirugía puede desaparecer después de varios meses. De hecho, en algunas personas después de varios meses postoperatorios puede volver a aparecer casi la misma cantidad del defecto visual inicial.

 

s) Desprendimiento de Retina:

 Obliga a una o más intervenciones para intentar repararlo. Es una complicación muy poco frecuente. Se asocia a la miopía (factor de riesgo), no a la cirugía, aunque hay algunos casos descritos ocurridos poco tiempo después del Lasik. La mitad de los casos queda con algún grado de disminución de la visión y, los casos más graves pueden terminar en pérdida definitiva de la visión. A veces se requiere de más de una intervención.

 

Cirugía refractiva complicaciones y riesgos

Cirugía refractiva recuperación y cuidados

 

La recuperación y los cuidados posteriores a la cirugía refractiva pueden variar dependiendo del tipo de procedimiento realizado. Sin embargo, hay algunas pautas generales que se aplican a la mayoría de los casos. Aquí te proporciono algunas recomendaciones comunes:

  1. Descanso ocular: Como parte de los cuidados después de cirugía refractiva, es importante descansar los ojos. Evita actividades que requieran esfuerzo visual intenso, como leer durante largos períodos de tiempo o usar dispositivos electrónicos.
  1. Uso de gotas oculares: Sigue las instrucciones de tu médico con respecto al uso de gotas oculares. Estas gotas ayudan a mantener los ojos hidratados, reducir la inflamación y prevenir infecciones. Aplica las gotas según lo indicado y evita tocar el ojo directamente con el aplicador.
  1. Protección ocular: Durante el período de recuperación, protege tus ojos de la exposición directa a la luz solar intensa, polvo, viento y otros factores irritantes. Usa gafas de sol y evita frotar o presionar los ojos.
  1. Evitar actividades físicas intensas: Evita realizar actividades físicas intensas o deportes que puedan poner en riesgo tus ojos durante el período de recuperación. Sigue las recomendaciones de tu médico sobre cuándo puedes retomar estas actividades.
  1. Revisiones regulares: Asiste a todas las citas de seguimiento programadas con tu médico. Estas visitas son cruciales para evaluar tu progreso de recuperación y asegurarse de que todo esté en orden.
  1. Evitar el maquillaje y el agua en los ojos: Durante la fase inicial de recuperación, evita el uso de maquillaje alrededor de los ojos y evita que entre agua en ellos mientras te lavas la cara o te bañas.

Recuerda que estos son solo consejos generales y que cada caso puede ser diferente. Sigue las indicaciones específicas de tu médico para una recuperación exitosa y asegúrate de comunicarte con él o ella si tienes alguna pregunta o preocupación durante el proceso de recuperación.